sábado, 19 de julio de 2008

MUCHAS GRACIAS A VOS, ANDREA...

Y que se puede decir después de esto... Qué se puede expresar con palabras si lo más importante queda guardado bien profundo en el corazón y en la mente para siempre. Hay momentos en la vida en los que uno parece no estar presente. Sorpresas, emociones que nos hacer “irnos” por instantes y luego regresar.
Algo por el estilo me ocurrió el jueves 17 de Julio cuando viajé a Buenos Aires a ver a Andrea en vivo y en directo. Experiencia similar viví el pasado año cuando ella era jurado en High School Musical; pero sin dudas que esta vez sí que fue diferente.
Algo me decía por dentro “tenés que viajar”, pero siempre las dudas, los miedos, los inconvenientes, las ocupaciones, los compromisos. Pero esta vez fue verdaderamente diferente.
Entré al canal en el horario en que me habían dicho. La espera no fue larga. En esta oportunidad lamentablemente mi amiga Marisol no pudo acompañarme. A pocos minutos de entrar, me hicieron entrar junto a otras personas que estaban presentes para ver el programa. Nos ubicaron en la tribuna y mientras tanto aproveché para decirle a uno de los productores si existía la oportunidad de saludar a Andrea. “Si se puede, le diré”, dijo él y preguntó: “¿Y ella qué tal? ¿Ya haz estado con ella?”. Yo le contesté que sí, que ya había estado y hablado con ella en otro programa. “OK,” me dijo, “si da el tiempo, le diré”.
Durante la espera se notaba que entre el equipo del programa reinaba la buena onda. Todos bromeaban, charlaban, repasaban las rutinas, ubicaban a las mamás en sus respectivos lugares. Los panelistas hicieron su ingreso minutos antes de salir al aire y saludaron a todos, incluidos a los que estábamos en la tribuna. Cuando restaban dos minutos para el comienzo del programa Andrea entró al estudio saludando a todos. Y qué decir de este momento. No era la televisión, no era fantasía. Era ella de verdad. En cierto momento antes de comenzar, el productor general pide a todos un aplauso para Andrea del Boca y todos la ovacionamos. Ella en su humildad se ruborizó. “Un minuto” anunció una voz. Y todos se ubicaron en sus lugares.
El programa comenzó y mientras salía al aire el tape de las madres de los niños abusados, los panelistas y Andrea seguían muy concentrados el caso a través de un monitor. El detalle: el señor Jorge Laffausi no podía ver la pantalla desde su lugar y se puso de pie, Andrea para no incomodarlo, con sus propias manos movió el pesado monitor para que pudiera ver correctamente. En los cortes y en los momentos que las cámaras no la enfocaban, tomaba mucho líquido. Se la veía muy molesta con su resfrío.
Lo más emocionante fue el ingreso de Ana María al estudio. En la tribuna se escuchaban todo tipo de comentarios buenos. La mayoría de las personas que allí estaban eran familiares de las madres participantes o admiradores de Andrea. Casi todos habían ido al programa en reiteradas oportunidades. “A veces viene Anna”, decía una señora.
Todo el tiempo Andrea tomaba a su madre de la mano. Ambas se demostraban un cariño infinito. En el corte fue Ana María quién la ayudó a arreglarse la ropa mientras Andrea no dejaba de tomar agua. También en este momento fue cuando Andrea dejó en suspenso una pregunta comprometida y mientras ella se iba a hablar con los panelistas, Ana hablaba con las madres participantes que estaban detrás de ella con total confianza y desenvoltura.
Estando en ese lugar el programa se me hizo tan corto que me quedé con ganas de más... Andrea anunció el final del programa y mientras salía al aire la placa de los títulos y el comienzo de Patito Feo, se apagaron inmediatamente las luces del estudio y uno de los productores nos pidió que saliéramos todos del estudio.


Un grupo nos quedamos en el pasillo esperándola, pero constantemente pasaba alguien que nos preguntaban qué hacíamos ahí. Yo no pensaba irme hasta que me pidieran que me vaya jaja. Desde afuera veíamos que Andrea y Ana María hablaban con algunas de las madres participantes hasta que comenzaron a encaminarse a la salida. Todos prepararon sus cámaras. ¡Por fin! Andrea salió del estudio al lado del productor general y detrás de ellos, su madre. Los que estaban más cerca de la puerta se sacaban fotos con ella, la saludaban, les daban obsequios y ella en ningún momento perdía la sonrisa. Les dedicaba tiempo a todos. Los admiradores les daban las cámaras al productor y este les sacaba fotos hasta con celulares. Luego de eso, esperé a que Andrea pudiera avanzar un poco más y cuando estuvo cerca de mí le dije: “¡Andre!”, siii le dije así jaja, como si hubiese estado con ella toda la vida! “Andre!, soy Martín, el chico del blog, vine a saludarte”.






La respuesta y la reacción de ella me sorprendió sobremanera y me dejó casi sin palabras: “¡Martín! ¿Por qué no me dijiste que venías? Yo creí que vendrían mañana... (por el viernes, cuando fue el último programa) ¿Y Marisol no vino con vos?”... No lo podía creer: Andrea hablándome de esa manera, como dije antes, como si nos conociéramos de toda la vida. Y es que es justamente así. Cuando estás con ella no parece una mega estrella del espectáculo. Es humilde, sencilla, para nada estructurada, nunca pierde la sonrisa de su rostro... Bueno, continúo con el relato. Luego de pocos segundos que me quedé sin palabras, le contesté que Marisol tenía algunas complicaciones con el trabajo pero que igualmente le mandaba muchos saludos y le conté todo lo que me había ayudado para que yo pudiera ir al programa. Ella me preguntó que si me quedaba en Buenos Aires, que si estaría al día siguiente, y le contesté que lamentablemente no podía, que había viajado solo para verla y saludarla y que regresaría a Entre Ríos por la noche. “Qué lástima que no puedas quedarte!”, me dijo y casi me muero. Continuamos charlando un tiempo más y me agradeció por las palabras del blog, por el trabajo que le dedico. Me comentó que siempre entra a verlo, que lee los comentarios de afecto que le dejan todos los fans. Asimismo yo le dije que le dejaba muchos cariños de los fans de Rusia, de España, de Italia, de Rumania, de Israel y de todo el mundo a lo que ella me contestó que lo sabía, que siempre ve los mensajes y que les manda a todos un beso.







Antes de despedirnos me firmó un autógrafo en mi libro de Antonella que había llevado y me dio un beso. Y les repito. En todo ese momento que fue corto, pero que a la vez fue eterno, inexplicable, me pareció que estuve hablando con una amiga de toda la vida. Todo eso que parece un sueño, una fantasía tan lejana, de pronto estaba ahí, al lado mío, hablando, sonriendo todo el tiempo. Y en esa sonrisa me detengo para hacer un último comentario. Vi a una Andrea del Boca feliz, para nada triste ni preocupada. Andrea está muy bien y contenta. Quizás sea el amor, o nuevos proyectos laborales, no sé. Solo se que ella está atravesando, más allá de todo, una buena etapa de paz en su vida. Me despedí de ella diciéndole “Felicidades y éxitos en todo lo nuevo que emprendas, te quiero mucho” y ella volvió a darme un beso.
Martín

1 comentario:

Anónimo dijo...

merci Martin de nous avoir rapporté des nouvelles fraiches de notre reine .je suis heureuse de savoir qu'elle se porte bien.